Sujeción:
No se impone, se provoca...
La
sujeción a sido un tema que a provoca siempre mucha discusión y polémica, unos a favor
otros en contra, pero creo que a sido porque se ha creído que la sujeción es
algo que se debe imponer cuando en La Biblia nos damos cuenta que es algo que
nosotros los hombres debemos provocar, en otras palabras la sujeción es una
consecuencia y nosotros como cabeza de hogar debemos actuar y vivir de tal manera
que seamos dignos de sujeción, pero ¿Cómo se logra esto? Déjame explicártelo a
continuación.
Empecemos
leyendo lo que dice La Palabra de Dios al respecto en Efesios 5:21-28, en la
versión de La Biblia en Lenguaje Actual dice en el verso 22: “Las esposas deben
sujetarse a sus esposos, así como lo hacen con Cristo”. Algo que me llama la
atención es que si bien es cierto Dios está dando un mandato para la mujer, también
dice que si aman y se sujetan a lo que Jesús mandó entonces deben sujetarse también
a sus esposos, en otras palabras si dicen amar a Jesús entonces uno de los
frutos de esa sujeción que tienen hacía Cristo es sujetarse a sus esposos.
Pero
si el esposo es cabeza de la esposa entonces la cabeza del esposo es Cristo y
nosotros debemos reflejar en nuestras acciones a Jesús, que nuestra familia vea
en nosotros reflejado el amor de Jesús, que antes de tomar una decisión nos
preguntemos ¿Qué haría Jesús en mi lugar? Te aseguro que nos vamos a equivocar
menos y propiciaremos el ambiente idóneo para que en nuestro hogar exista
sujeción por parte de nuestras esposas hacía nosotros.
El
significado literal de la palabra sujeción es: agarrarse, estar sujetado a algo
de modo que no puede separarse o dividirse, es decir tu esposa y tus hijos están
agarrados a ti, pero ¿Quién quisiera estar agarrado de alguien que camina a un
precipicio? ¿Quién quisiera estar sujetado a alguien que te lleva por un mal
camino o a un mal destino? Creo que nadie lo haría.
Aún
cuando a las esposas se les da un mandato de sujeción, a nosotros los varones
se nos da un mandato aún mayor y es amarlas como Jesús nos ama, y la pregunta
es ¿Cómo nos ama Jesús? Nos ama sin reservas, sin condiciones, se entregó todo
por nosotros, aún cuando sabe y conoce cada uno de nuestros defectos y
debilidades, los corrige en lo secreto y nos expone ante Dios sin mancha, aún
cuando fallamos siempre tiene los brazos extendidos para perdonarnos, en otras
palabras nosotros los hombres debemos amar a nuestras esposas de la misma
manera ¿Difícil? Si, pero no imposible, se puede lograr si ponemos como cabeza
de nosotros a Jesús.
No
pidas sujeción cuando tu no estás sujeto a Jesús, pero cuando lo hagas no
tendrás necesidad de pedir sujeción, simplemente tu esposa lo hará porque ve en
ti a Jesús reflejado, ella entenderá que estar sujeta a ti es estar agarrada de
la bendición de Dios.
Todo
esto es un proceso, pero lo importante de este proceso es que estarán agradando
a Dios en todo lo que hagan en su hogar y por ende Dios bendecirá cada esfuerzo
que hagan por cumplir aquello que Dios ha dejado para nuestro propio beneficio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario