Al César lo que es del César:
En
Latinoamérica, muchas personas justifican la omisión del pago de impuestos bajo
el argumento que los fondos que ellos entreguen a las arcas del estado no serán
bien utilizados o en el peor de los casos ese dinero será sustraído y nunca
podrán ver los beneficios de esos impuestos pagados.
La
pregunta obligada es ¿Debemos pagar impuestos? La respuesta es SI. Como buenos
ciudadanos debemos pagar los impuestos que en nuestros países estén estipulados
y debemos hacerlo sin hacer trucos o tratando de tergiversar la ley para pagar
menos o no pagarlos, lo cual podría verse como algo legal pero no
necesariamente moral y bueno ante los ojos de Dios.
Jesús
mismo enseñó este principio y creo que en este momento se te viene a la mente
la ocasión donde los fariseos y publicanos tentaron a Jesús preguntándole si
debían o no pagar impuestos (Mateo 22:17-22) y El les contestó que le dieran al
César lo que era del César y a Dios lo que es de Dios.
Jesús
no pudo estar más en lo cierto cuando enseñó este principio a la gente que lo
seguía, pero sobre todo lo pudo enseñar con toda solvencia y autoridad porque
El mismo lo hacía. En Mateo 17:24-27 podemos leer el relato cuando Jesús y sus
discípulos llegaron a Capernaúm y los que cobraban el impuesto para el templo
llegaron a preguntarle a Pedro si Jesús pagaba el impuesto de las dos dracmas
(Esto era el equivalente al pago de dos días de trabajo). Algo que me llama la
atención es que este impuesto solo se cobraba a los extranjeros (Impuesto para
el templo) y no a los que eran de Israel, de hecho Jesús se lo hace ver a Pedro
en los versículos 25 y 26, pero Jesús aún sabiendo que no tenía obligación de
pagarlo le da una extraña orden a Pedro, le dijo que fuera al lago y que
llevara su caña de pescar y que el primer pez que pescara dentro de su boca
estaría el dinero para pagar el impuesto que le pedían a Jesús y también el
impuesto que él (Pedro) le correspondía pagar.
De
este relato que he tratado de resumir, me llama la atención algunas cosas que
quiero mencionar a continuación:
1.
Jesús y Pedro no tenían obligación de pagar ese
impuesto, pudieron haberse justificado argumentando la ley y el origen de este
impuesto, pero aún así lo pagaron.
2. Pedro obedeció aún cuando la orden de Jesús iba
contra todo razonamiento lógico, ya que los peces no producen monedas mucho
menos dracmas, pero la obediencia le valió para que no solo fuera parte de un
milagro sino que tuviera la provisión para pagar su propio impuesto, además
estoy seguro que si Pedro no hubiera obedecido, Jesús de igual manera hubiera
pagado su impuesto pero creo que Pedro hubiera tenido que sacar de su dinero
para hacerlo.
Los
impuestos debes presupuestarlos de la misma manera que presupuestas el diezmo
ya que es un dinero que no es tuyo y como persona que reflejas a Jesús en tus
acciones debes también hacer lo que El hizo cuando estuvo en la tierra.
En
algunos países la evasión fiscal dejó de ser un delito civil y se transformó en
un delito penal, ¿Qué quiere decir esto?
Que la evasión fiscal es comparable al robo, homicidio u otro delito que
tenga como pena la cárcel.
La
pregunta es ¿Tú le robarías a alguien de su cartera? ¿Matarías al alguien? Yo creo
que la respuesta que me darías es NO, primero porque no le agradaría a Dios,
segundo porque violarías las leyes de tu país y tercero porque si lo haces
seguramente tendrías que ir a la cárcel.
De la misma manera la evasión
fiscal no le agrada a Dios, segundo es un delito y tercero si lo haces seguro
irás a la cárcel.
Dios
quiere que seas íntegro en todas la áreas de tu vida, la prosperidad es una consecuencia
de la obediencia hacía los principios bíblicos que Dios nos ha dejado en su
Palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario