lunes, 29 de agosto de 2011

Alcanzado el siguiente nivel en tus finanzas VI


¿Cómo invertir?
Antes de empezar a comentar sobre este tema es importante que sepamos cual es la diferencia entre “Inversión” y “Gasto”.

Inversión: Es la erogación de dinero o bienes que se hace con el objeto de obtener ganancias por arriba del dinero egresado o invertido en un corto, mediano o largo período de tiempo.
Gasto: Egreso de dinero o bienes usualmente para la compra o pago de algo que no genera ningún dividendo o ganancia.

Ahora que ya entendimos el concepto de inversión quiero mencionarte algunas formas en que puedes invertir el dinero o provisión que Dios te ha dado.

Invertir en Bienes Inmuebles:
Una de las maneras más comunes de inversión es comprar y vender bienes inmuebles, con bienes inmuebles me refiero a terrenos, casas, apartamentos, fincas, etc. Este tipo de bienes van obteniendo plusvalía anualmente, esto significa que si compras un terreno a $100 el día de hoy, seguramente en un año valdrá $115 o más dependiendo de las tablas de plusvalía que tengan en cada país y del sector donde se encuentre dicho terreno. Conozco personas que han prosperado mucho invirtiendo en este tipo de bienes, comprando casas un poco deterioradas y luego les invierten dinero para restaurarlas y logran venderlas casi al doble del precio que les costó.
Cuando compras un vehículo estas haciendo un gasto y no una inversión, ya que este tipo de bienes se deprecian en lugar de obtener plusvalía y anualmente van depreciándose entre un 15% y 20% de su valor actual, es decir que si tu carro te costó $100 el día de hoy posiblemente el año siguiente ya no valdrá ese monto sino $80.
Es aconsejable que te asesores con un buen corredor de bienes inmuebles para que te oriente y guíe sobre cual es la mejor opción para invertir.

Compra y Venta de acciones:
En algunos países existen las Bolsas de Valores donde las grandes corporaciones ponen a la venta sus acciones para que la gente pueda comprarlas y así obtener ganancias por esa inversión.
Hay dos maneras que puedes obtener ganancias cuando compras una acción de una empresa en la bolsa de valores:
1.     Cuando decidas comprar una acción es importante que te asesores con algún corredor o ejecutivo de bolsa de valores quien te orientará para que escojas una compañía que por su giro de negocios esté en crecimiento en ventas y también que sus acciones lejos de bajar estén subiendo de precio, esto te puede dar al menos una garantía que al momento que quieras vender las acciones obtendrás un poco más de lo que pagaste. Solo ten presente que los mercados son muy variables y que podría suceder que en algún momento el valor de las acciones empiecen a bajar y es donde tu puedes tomar la decisión de venderlas.
2.     Cada año las compañías que cotizan en la bolsa de valores sus acciones hacen un cierre fiscal o financiero y si obtuvieron utilidades o ganancias reparten dentro de todos sus accionistas un porcentaje de las mismas, obviamente si tienes muchas acciones te tocará un buen porcentaje de las utilidades obtenidas en el año.


Inversiones bancarias:
En las instituciones bancarias existen muchos productos financieros en donde puedes invertir tu dinero a cambio de una tasa de interés o rentabilidad anual, es como si tuvieras un ahorro con la diferencia que no puedes utilizar los fondos por un período de tiempo y el interés que te pagan es un poco más alto que el de una cuenta de ahorro.
Puedes pedir a un asesor bancario que te pueda explicar las diferente opciones de inversión que puedes tener y así asegurar un ingreso adicional.

Inicia tu propio negocio:
Esta es la opción más utilizada por las personas que quieren hacer una inversión. A pesar que supone un riesgo mas alto que las anteriores también es una de las opciones donde tu puedes retar tu fe y emprender un negocio donde no solo llevarás bendición a los tuyos sino que también serás un canal de bendición para otros generando empleos.
Es importante que revises bien que tipo de negocio vas a iniciar y que veas los pros  contras del producto o productos que deseas ofrecer y sobre todo que hagas un análisis del mercado meta donde llevarás tus productos y servicios.
Si no eres alguien que conozca mucho de conceptos financieros, te aconsejo que pidas ayuda a alguien que si los conozca para que te oriente en cuanto a costos, inventarios y cargas tributarias.

Invertir en el Reino de Dios:
Esta opción la dejé en último lugar a propósito, no porque sea menos importante sino porque quiero comentarte que el lugar donde tus inversiones obtienen las mayores rentabilidades es en el Reino de Dios.
No quiero que malinterpretes lo que digo, porque ciertamente las opciones que anteriormente te expuse también son muy buenas pero la mejor es esta.
Te preguntarás ¿Cómo invierto en el Reino de Dios?
Seguramente en tu congregación hay programas o ministerios donde se ayuda al necesitado, o bien están construyendo un nuevo templo o auditórium, o puede ser que exista un ministerio donde se ayude o envíe a misioneros a otros países a predicar la Palabra de Dios y en todas esas áreas tu puedes invertir, te puedo asegurar que los dividendos son fabulosos y aún cuando tu no lo hagas por recibir utilidades inevitablemente las recibirás.
El Reino de Dios es la mejor tierra donde puedes sembrar y Dios mismo te dice cuanto vas a recibir cuando decidas invertir para que Reino se extienda. En Mateo 13 se nos relata la parábola del sembrador y en el versículo 8 nos dice que al momento que la semilla cayó en buena tierra, el fruto que dio fue el resultado de la multiplicación al 30, 60 y 100 x 1.
Te invito a que busques en todo el mundo una entidad financiera donde te paguen un interés como este que Dios te ofrece, te aseguro que te pasarás toda la vida buscando sin encontrar un banco que te pague estos intereses tan altos. Como un testimonio personal quiero decirte que mi esposa y yo hemos comprobado cómo Dios nos ha multiplicado nuestra inversión en el Reino de Dios al 100 x 1. ¡Está garantizado!

Posiblemente te estés preguntando si en La Biblia existe algún ejemplo donde Dios apruebe que inviertas el excedente de tu provisión en cualquiera de las opciones que anteriormente mencioné. Te invito a que leas Mateo 25:14-30 donde se nos relata la parábola de los talentos, en esos pasajes se nos cuenta que el primer siervo recibió 5 talentos y salió a hacer negocios con ellos y ganó otros 5, es decir duplicó su inversión, de igual manera el segundo siervo que había recibido 2 talentos hizo negocios e inversiones y ganó otros 2, pero el último siervo que había recibido 1 talento no hizo ningún negocio ni inversión con el talento que se le había dado, por lo que su señor al regresar lo reprendió y le dijo que al menos hubiera llevado al banco el talento para que ganara intereses. Esta parábola tiene muchas aplicaciones pero una de ellas es que a Dios le gusta que seas diligente e inviertas bien aquello que El te ha dado.

Por último quiero decirte que no importa que decisión de inversión tomes, siempre tienes que asesorarte con el mejor consultor y consejero financiero que puedas tener y es El Espíritu Santo, El te ayudará a tomar las mejores decisiones de inversión y a equivocarte menos.

Recuerda que Dios quiere prosperarte y desea que seas diligente y que produzcas más de lo que hoy tienes, para bendecir a los tuyos y a los demás.








martes, 16 de agosto de 2011

Alcanzando el siguiente nivel en tus finanzas V

En este punto yo espero que tú ya hayas comenzado a practicar los principios que con anterioridad he comentado, es decir: Ser un buen administrador, Darle a Dios primero por medio del Diezmo y Ofrendar. Por lo tanto estoy seguro que Dios ya empezó a bendecirte de forma sobreabundante y una pregunta que puede surgir es: ¿Qué hago con la provisión que me sobra?


Alguien me podría decir que no ha llegado a ese punto de sus finanzas donde le sobra dinero luego de haber tomado para sus necesidades primordiales, pero yo estoy seguro que si eres fiel con Dios llegarás a ese punto tarde o temprano y vas querer saber que hacer con esa porción de dinero que te sobra.

Así que en esta ocasión quiero darte tres principios acerca de las finanzas que muy pocas personas practican pero que el resultado o consecuencia de practicarlos son impresionantes.

El Ahorro:
En La Biblia encontré dos ejemplos donde Dios muestra los beneficios de ahorrar, posiblemente existan más ejemplos pero estos dos me llamaron la atención. El primero es lo que José le dice al faraón que debe hacer al momento que interpretó su sueño y era que en los primeros siete años de abundancia (vacas gordas) tomaran lo necesario para vivir y guardaran el excedente en los graneros para los siguientes años de escasez. De esta manera el pueblo de Egipto pudo pasar los años de crisis y hasta el pueblo de Israel (Jacob) fue bendecido por esta sabia decisión.

El otro caso que encuentro es el ejemplo que el Rey Salomón nos cuenta en Proverbios 6, y allí se nos exhorta a que sigamos la actitud de las hormigas, que trabajan y guardan en el verano (tiempos de bonanza) su comida para poder enfrentar así el invierno (tiempos de crisis) y no pasar hambre.

El ahorro siempre es útil para cualquier uso mesurado que le des, puede ayudarte a comprar algo al contado y sin deudas o bien para poder salir de alguna situación difícil. Puedes empezar ahorrando lo mínimo, cualquier cantidad es bastante cuando no se tiene nada ahorrado, pero si quieres hacer un ahorro ordenado y planificado puedes usar el Plan 10-10-80 el cual consiste en darle a Dios el 10%, ahorrar otro 10% y vivir con el 80% restante.

Honra a tus padres:
Este es el primer mandamiento con promesa (Efesios 6:2-3) y al cumplirlo estás asegurándote que tendrás larga vida y en todo cuanto emprendas te irá bien.  Me he podido dar cuenta que el mayor obstáculo para la honra de los hijos hacía los padres es el hecho que muchos padres no fueron los mejores del mundo y esto nos provoca un resentimiento que no permite que los honremos.
Dios no dice que los honremos siempre que hayan sido buenos padres, simplemente dice que al honrarlos vamos a recibir una promesa y esa promesa viene de parte de Dios y El siempre cumple sus promesas.

Ayuda al pobre:
La generosidad no es una cualidad exclusiva de las personas que tienen mucho o son adineradas, cualquier persona puede ser generosa y compartir con otros no importando su condición económica.
Dios nos exhorta a compartir con aquellas personas que tienen menos que nosotros, pero además nos advierte que tendremos grandes beneficios aún cuando no lo hagamos buscando una recompensa.

¿Qué efectos tiene el ayudar al necesitado?
-       Dios te ayudará cuando estés pasando por tiempos difíciles (Salmos 41:1)
-       Dios multiplicará para ti aquello que diste para alguien mas (Proverbios 19:17)
-       Reflejarás a Dios cuando compartas tus bienes con el necesitado (1 Juan 3:17)


Cada vez que practicas uno de estos principios, le estas diciendo a Dios que tú no le sirves a las riquezas sino mas bien las riquezas te sirven a ti y las utilizas como un medio de bendición no solo para ti y tu familia sino para bendecir a otras personas.

El secreto de la prosperidad está en sus últimas tres letras… DAD!

martes, 2 de agosto de 2011

Alcanzando el siguiente nivel en tus finanzas IV


Tu cosecha siempre será mayor que tu semilla
Hay una ley que es inevitable y rige casi todos los ámbitos de nuestra vida y es la ley de “La siembra y la cosecha”, en otras palabras todo lo que piensas, deseas, dices o hagas es como una semilla que tarde o temprano traerá una cosecha para bien o para mal. Los científicos lo dicen de una manera un poco diferente pero que al final significa lo mismo, “Toda acción tiene una reacción”.

Pero ¿porqué empecé hablando sobre la ley de la siembra y la cosecha? Porque quiero hablar brevemente sobre el segundo principio que se aplica para la prosperidad de acuerdo a La Biblia, y es el principio de Ofrendar.
La Real Academia Española dice que ofrendar es: “Ofrecer sacrificio u obsequio de forma voluntaria, provocado por un impulso de amor en señal de adoración como una forma de agradecer por un beneficio recibido o solicitado”. En esta definición hay dos palabras que me llaman mucho la atención y son “voluntaria” y “agradecer” en resumen la ofrenda tiene que ver más con ACTITUD que con CANTIDAD porque saca a luz lo que hay en tu corazón.

En el capítulo anterior comenté brevemente sobre el principio del diezmo y lo hice en este orden ya que he aprendido que si no eres fiel con aquello que es un mandato, entonces ¿cómo serás fiel con aquello que es voluntario? Muchos podrán decir que ofrendar es mucho más fácil que diezmar, la pregunta es ¿Será que es fácil porque si quiero ofrendo y sino no? o cuando ofrendo ¿Doy lo que me sobra?

La ofrenda es voluntaria, pero no significa que debes omitirla
Hemos escuchado que le robamos a Dios cuando no le damos el diezmo de nuestros ingresos, pero pocas veces hemos escuchado que cuando omitimos el principio de las ofrendas también le robamos a Dios, pero si lees cuidadosamente Malaquías 3:8 Dios dice que su pueblo le ha robado por no dar diezmos y ofrendas.

El rey David tenía muy claro que el principio de ofrendar se trataba de actitud y que no se podía omitir, si leemos en 1 Crónicas 29:14 dice: “Porque ¿Quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrendar voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”. David sabía que ofrendar era voluntario, pero también sabía que era un honor el poder hacerlo porque aún lo que iba a ofrendar no le pertenecía a él porque TODO es de Dios. En otras palabras Dios no te va a pedir algo que no te haya dado primero (..y de lo recibido de tu mano te damos).

Cuando pensaba en esto vino a mi mente uno de los momentos que más honrado me he sentido como padre de familia. Cada semana yo le doy a mi hijo de 10 años cierta cantidad de dinero para su mesada y le hemos enseñado los principios fundamentales para administrar su dinero. En una celebración del Día del Padre salimos con mi familia a un restaurante y cuando llegamos mi hijo me dijo: “Papi, hoy voy a pagar la cuenta de lo que tú comas porque hoy es el Día del Padre” ¿podrán ustedes imaginarse lo feliz y honrado que me sentí, aún sabiendo que el dinero con el cual pagaría mi cuenta yo se lo había dado? Entonces me puse a pensar que de igual manera se siente Dios cada vez que le damos un poco de lo mucho que de El hemos recibido.

La ofrenda tiene que ver más con Actitud que con Cantidad
En este punto no quiero que malinterpretes lo que quiero decir cuando digo que la ofrenda tiene que ver más con actitud que con cantidad, y para esto quiero que leas en tu Biblia la historia que se narra en el evangelio de Marcos 12:41-44, allí podemos ver como habían personas que daban grandes cantidades de dinero en el arca de las ofrendas, pero su actitud no era la correcta porque daban para que los vieran o daban lo que les sobraba, pero una viuda dió todo lo que tenía sin cuestionarse que comería al siguiente día, simplemente porque sabía que si tenía era porque Dios le había dado y tenía un corazón agradecido y lleno de fe.

Pero ¿que actitud reflejamos cuando ofrendamos por las razones correctas? reflejas una actitud de agradecimiento, de honra, de gozo, de obediencia y de adoración entre muchas otras.

Las ofrendas salen del corazón antes que de tu billetera. “Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dado alegre”(2 Corintios 9:7). Lo que quiero resaltar es que cuando tienes la actitud correcta en tu corazón, la cantidad no es importante porque tengas mucho o poco siempre darás generosamente y con alegría.

La ofrenda es una siembra y toda siembra tiene cosecha
Cuando tienes una actitud correcta al ofrendar, no lo harás porque esperas recibir algo a cambio, no lo harás por necesidad sino simplemente porque tienes un corazón agradecido para Dios.

Un agricultor sabio y diligente recoge su cosecha y siempre apartará la semilla para volver a sembrar y siempre apartará la mejor semilla, en otras palabra no te comas la semilla porque sino ¿De donde sacarás para sembrar otra vez? En tu presupuesto familiar debes apartar, no solamente el diezmo sino también aquello que sembrarás por medio de tus ofrendas.

“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Corintios 9:6)
Alguien podría decir que lo contrario de escaso es abundante, entonces ¿porqué dice generosamente en vez de abundante?, déjame explicarte porqué el Apóstol Pablo lo escribió de esta manera y es que cuando dice que aquel que siembra escasamente de igual manera cosechará, le está hablando a aquellas personas que pudiendo ofrendar mas no lo hacen y cuando se refiere que aquel que siembra generosamente de igual manera cosechará se está refiriendo a que debes ser generoso(sin cuestionarte la cantidad) de acuerdo a tu entorno económico.

Recuerda que la cosecha siempre será mayor que tu siembra y aunque no lo hagas por querer algo a cambio, hay algo que es innegable y es que Dios no puede ir en contra de su palabra y El estableció que todo lo que el hombre siembre eso mismo cosechará.

El poder de las ofrendas
Las ofrendas tienen un poder más allá de lo que uno se imagina. Dios se agrada cuando una ofrenda llega ante Su Presencia como un olor fragante y delicioso. ¿Sabías que tu puedes recordar momentos y lugares al solo sentir una aroma o fragancia? Pues Dios se acuerda de cada momento cuando tu haz llegado al altar a dejar tu ofrenda con la actitud correcta y la ha visto con agrado, pero lo mas importante es que se acuerda de ti sobre todo cuando estás pasando por situaciones difíciles en tu vida, mira lo que dice Salmos 20:1-4 “Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre de Dios de Jacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sostenga. Haga memoria de todas tus ofrendas y acepte tu holocausto. Te dé conforme al deseo de tu corazón y cumpla todos tus anhelos”

Las ofrendas tienen el poder de provocar en el cielo que Dios escuche tu oración, que Dios envíe protección para tu vida y los tuyos, que renueve tus fuerzas y te sostenga, que se cumplan todos tu anhelos pero sobre todo que seas prosperado en todo lo que emprendas.

En estos dos capítulos de esta serie quise comentar brevemente las bendiciones que tiene honrar a Dios con aquellos bienes que El mismo nos ha dado y animarte a no perderte de esas bendiciones que te pertenecen.

Recuerda que nosotros los hijos de Dios somos la cosecha de una ofrenda que un día el Padre hizo y El buscó en el cielo lo mejor que tenía para darnos y esa ofrenda fue Su Hijo que vino a morir por nosotros de forma voluntaria y con la actitud correcta.

“Honra a Dios con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; y entonces serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto” (Proverbios 3:9-10)