martes, 28 de junio de 2011

Alcanzando el siguiente nivel en tus finanzas (Parte II)


Buenos administradores

El primer principio que quiero compartir acerca de la prosperidad de acuerdo a La Palabra de Dios es el principio de administrar o ser buenos administradores de los recursos que Dios pone en nuestras manos, sean estos muchos o pocos.

En Mateo 25:14-23 podemos leer una parábola muy conocida por todos nosotros y es la parábola de Los Talentos. En ella se relata la historia de un hombre que dejó sus bienes a sus siervos y se los entregó según su capacidad. Recuerda que en la primera parte de este tema hablé que la capacidad de cada persona es igual a la suma de aptitud o habilidades que Dios nos da y la actitud que nosotros ponemos, estoy seguro que a aquel siervo al que le dieron menos no fue porque Dios le diera menos habilidades sino porque era el que menos actitud le ponía a esas habilidades que Dios le había dado, pero aún así también le dieron bienes en sus manos para que los administrara.

Al final de la parábola, el dueño de los bienes regresó a pedirle cuentas a aquellos siervos a quienes les había repartido sus posesiones y en uno de los versículos de este pasaje el dueño dijo a los siervos que fueron buenos administradores: “…sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor”(Mateo 25:23). Existen personas que se excusan de no ser buenos administradores porque no tienen mucho que administrar o porque están en escasez, si leemos bien este versículo nos daremos cuenta que Dios recompensa a aquellos que son buenos administradores en medio de la escasez (en lo poco) y a Dios le agrada y se goza cuando valoramos aquello que El nos ha dado, recuerda que no es la cantidad que Dios ponga en tus manos sino la actitud que tienes para administrarlo lo que te hará prosperar.

Es importante que entendamos que no somos dueños sino administradores y Dios te pedirá cuentas del uso que le des a cada recurso que Dios haya puesto en tus manos, incluyendo el tiempo.

Una de las herramientas que debes usar para llevar una buena administración es hacer un presupuesto personal o familiar. Jesús dijo en Lucas 14:28 “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una casa, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para terminarla?”. Cada uno de nosotros tenemos responsabilidades que debemos cumplir, por lo tanto debemos sentarnos primero a calcular si los ingresos que obtengo me alcanzan para cubrir mis necesidades.

Un presupuesto se hace basándonos en los ingresos mensuales, quincenales o semanales que tenemos y se restan de estos ingresos aquellos gastos o egresos que tengo mensual, quincenal o semanalmente.

Puedes dividir tu presupuesto de ingresos y egresos de acuerdo a la siguiente clasificación:

Egresos indispensables o básicos: Son aquellos que no puedo dejar de hacerlos, son imprescindibles o no tenemos opción a reducirlos. En este rubro debes colocar primero aquella porción que es de Dios, es decir el diezmo, recuerda a Dios no le gusta estar en segundo lugar. (En el siguiente capítulo de esta serie hablaremos específicamente sobre este tema)
-       Diezmo
-       Ofrendas
-       Alimentación
-       Educación
-       Pago de Casa
-       Pago de deudas (tarjeta de crédito)
-       Transporte, etc.

Egresos necesarios o secundarios:  Son aquellos que son necesarios pero no indispensables, que pueden reducirse o eventualmente dejar de hacerse.
-       Vestuario
-       Ahorro
-       Seguro médico
-       Internet, etc.

Egresos opcionales o de comodidad:  Son aquellos que por su naturaleza no afectan nuestro diario vivir y solo nos ayudan a tener una comodidad adicional.
-       Servicio domestico
-       Viajes vacacionales
-       Gimnasio
-       Salón de belleza, etc.

Es importante que priorices y que seas fiel en gastar de acuerdo a lo que ganas y evitar las deudas, esto incluye el uso de tarjetas de crédito. Debes comprender que la tarjeta de crédito es un medio de pago y no un medio de financiamiento y que debes pedirle mucho a Dios que te de dominio propio para hacer un uso adecuado de la misma. Un consejo practico es que estés pendiente de la fecha de corte y fecha de pago, las empresas emisoras de tarjetas de crédito te dan mas o menos 60 días para que pagues el saldo total de lo que gastaste sin recargo de intereses, al hacer esto estarás utilizando tu tarjeta de crédito como un medio de pago y no te endeudaras. Pero si realmente no puedes usar las tarjetas de crédito de esta manera mi consejo es que te deshagas de ellas.

Parte de ser buenos administradores es no endeudarnos y no gastar mas de lo que ganamos, La Biblia dice en Proverbios 22:7(b) “Y el que toma prestado es esclavo de aquel que le presta”. Jesús vino a liberarnos de cualquier esclavitud y pagó un precio muy alto por nuestra libertad como para que nosotros voluntariamente nos volvamos esclavos de nuestras deudas y acreedores. 
Este principio también incluye el no ser co-deudor o fiador de alguien porque significa que estás asumiendo la misma responsabilidad del deudor, en Proverbios 22:26-27 dice “No seas de aquellos que se comprometen, ni de los que salen fiadores por deudas. Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama debajo de ti?

Dios quiere prosperarte es una verdad innegable, pero tienes que ser fiel sobre lo poco, para que Dios te ponga sobre mucho. 

(Si deseas saber mas sobre cómo hacer un presupuesto deja tu comentario y dirección de correo y con gusto te apoyaremos)

martes, 14 de junio de 2011

Alcanzando el siguiente nivel en tus finanzas (Parte I)

Hay una verdad innegable y es que Dios siempre ha querido y quiere bendecir a sus hijos. Aún antes que naciéramos El ya tenía planes de bien para nosotros y en Jeremías 29:11 dice: “Porque yo se los planes que tengo para ustedes, y no son planes de mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.”(VLA)
Si creemos que toda La Biblia es la Palabra de Dios entonces debemos estar plenamente convencidos que esta cita viene desde los mismos labios de Dios y debemos creerla sin dudar y mucho menos cuestionarla. Quiero comenzar esta serie de publicaciones diciéndote que Dios siempre ha querido que estés bien en todas las áreas de tu vida.
Tú te estarás preguntando, si Dios desea bendecirme ¿Porqué estoy pasando por esta situación económica tan difícil y no veo una pronta solución? Quiero contarte que hay situaciones que vivimos en nuestro día a día las cuales tienen diferentes orígenes. Muchas veces pasamos por situaciones difíciles porque nosotros mismos las hemos provocado, por ejemplo al endeudarnos o ser malos administradores de nuestras finanzas, en otras ocasiones el enemigo pone ciertas situaciones en nuestro diario andar para hacer menguar nuestras finanzas, por ejemplo cuando toca nuestra vida con enfermedad y en otras ocasiones Dios permite (noten que dije permite y no necesariamente que Dios te lo mande) que vengan situaciones a nuestras vidas para probar nuestra fe y al finalizar salir aprobados y promovernos a otro nivel en todas las áreas de nuestra vida. (Ejemplo de Job)
Creo firmemente que existen principios bíblicos para la prosperidad económica, si lees Deuteronomio 28:1-14 te darás cuenta que en cada uno de esos versículos existe una declaración poderosa que tiene que ver en su mayoría con la prosperidad económica y el bienestar de aquellos que se atreven a seguir y hacer sus mandamientos. Para poder creer que cada una de las promesas descritas en el pasaje anteriormente mencionado son para ti, lo único que necesitas es Fe.
¿Es malo tener riquezas o prosperidad económica?
La respuesta es NO.
Simplemente no ames al dinero sino ama a Aquel que te lo puede dar que es Dios. En Timoteo 6:10 dice que la raíz de todos los males es el “amor” al dinero, pero no dice que el dinero en sí mismo sea malo. Jesús mismo dijo en Mateo 6:24 que no se puede servir a dos señores porque El es un Dios celoso que no comparte su gloria con nadie mas, por lo tanto no sirvas a las riquezas, mejor haz que las riquezas te sirvan a ti, pero para que te sirvan primero tienes que tenerlas.
Pero, ¿Qué significa tener riqueza o prosperidad económica?
La gente mide su riqueza por la cantidad de dinero que tiene en el banco o la casa que posee o el carro último modelo que compró, pero eso es subjetivo porque cada persona lo mide de diferente manera. Cuando Dios habla en La Biblia de bendición para nosotros sus hijos, siempre utiliza palabras como: abundancia, sobreabundancia, rebosante, etc. Podemos decir entonces que la prosperidad económica es cuando tengo lo suficiente para satisfacer mis necesidades y aún me sobra y me abunda.
Dios no quiere que vivas al día, aún cuando Dios le mandaba maná al pueblo de Israel el cual podían recoger y comer en el mismo día podemos leer que en ningún momento esa fue la promesa de Dios para ellos, la promesa era que Dios les daría una tierra próspera donde fluía la leche y la miel.
¿Puedo yo tener riqueza o prosperidad económica?
La respuesta es SI.
En Deuteronomio 8:18 dice que Dios nos da el poder de hacer riquezas. Algo que debemos notar es que las riquezas no van a caer del cielo, pero Dios nos ha dado los dones y habilidades para emprender y trabajar para hacer las riquezas.
Nadie puede decir que Dios no le ha dado dones o habilidades para hacer o realizar algo, a todos nos dio algo innato para poder realizar alguna tarea por medio de la cual seremos bendecidos, simplemente debemos poner la actitud correcta con respecto a esa aptitud que Dios ha puesto en nosotros.
Aptitud(Dios) + Actitud(Persona) = CAPACIDAD
¿Qué debo hacer para ser próspero?
En las siguientes publicaciones aprenderás principios bíblicos sobre como obtener prosperidad económica, pero principios de acuerdo a lo que Dios nos enseña y no de acuerdo a lo que el mundo nos dice acerca de las riquezas.
Lo primero que debes hacer es reconocer a Jesús como Salvador y Señor de tu vida, porque al hacerlo automáticamente te conviertes en Hijo de Dios y coheredero con Jesús de todas la bendiciones que Dios (Tu Padre) posee.
Hageo 2:8 dice que Dios es el dueño del oro y de la plata y si somos Hijos de Dios por herencia también ese oro y esa plata nos pertenece. Pero Dios como buen Padre que es, nos dará aquello que necesitamos conforme vayamos aprendiendo y subiendo de nivel en nuestra manera de administrar aquello que El nos da.
Dios quiere ponerte en un nuevo nivel en tus finanzas y mi deseo es que al finalizar de leer estas publicaciones puedas estar convencido que Dios siempre ha querido que estés bien, y recuerda que no es difícil amar a Dios sobre todas la cosas, cuando sabes que todas las cosas vienen de El.
Continuará….